Carlos Sainz sumó en Mónaco el tercer podio de su carrera deportiva en F1, tras los logrados en Brasil 2019 y en Italia 2020. Este tuvo un sabor especial, no sólo por lograrlo en el circuito más legendario del campeonato, sino porque fue el primero con Ferrari.

Carlos Sainz se doctora con su primer podio en Ferrari en un GP de Mónaco que conquistó Max Verstappen

El madrileño estuvo acompañado por dos pilotos de su generación, ambos excompañeros a los que conoce bien. Con Max Verstappen compartió los inicios en Toro Rosso mientras que con Lando Norris pasó dos años en McLaren en los que ambos trabaron una gran amistad. Prueba de ello fue el buen rollo durante las entrevistas con el expiloto David Coulthard, interrumpiéndose entre sí entre risas.

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Este podio fue, además, la constatación de que la nueva generación en la Fórmula 1 la formarán ellos, junto a los Pierre Gasly, Esteban Ocon, Lance Stroll y alguno más. Pilotos nacidos en los estertores del siglo XX y principios del XXI, que crecieron bajo leyendas como Michael Schumacher o el propio Fernando Alonso, a quien le toca ver cómo los 'imberbes' le dejan fuera de los puntos.

Sainz, entre ellos, destaca. A sus 26 años era el veterano de este cajón en Mónaco, y aún así sigue rompiendo cifras de precocidad: ha estado en tres de los cuatro podios más jóvenes de la historia. Se ha quedado a sólo dos días de superar la media del GP de Italia de 2008, el de la primera victoria de Vettel.

Si Verstappen y Norris siguen mostrando la buena competitividad que han enseñado en este arranque de temporada, y los Mercedes vuelven a fallar (no ha compartido podio ni con Hamilton ni con Bottas) Sainz estará ahí para intentar arañar algún podio más. 

Aún se le resiste la primera victoria, aunque queda cada vez más claro que tarde o temprano llegará. No batirá ahí ningún récord de precocidad, pero tampoco lo echará de menos.